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15 de noviembre de 2021

Ciberseguridad y 5G: una tecnología más segura en un entorno más complejo

El internet de las cosas, uno de los logros de la tecnología 5G, abre enormes posibilidades en sectores como la industria. Los procedimientos de ciberseguridad deben adaptarse a un nuevo entorno, más heterogéneo, para estar a la altura.

Internet de las Cosas

La industria será uno de los ámbitos más beneficiados por el desarrollo del internet de las cosas (IoT, por Internet of Things), es decir, la capacidad de todo tipo de robots, sensores, aparatos y dispositivos de comunicarse con una mínima latencia, a través del 5G, para actuar ante un entorno cambiante, transformará la forma de trabajar en las fábricas, y también ámbitos como la medicina quirúrgica, la movilidad o la gestión energética.

LA CIBERSEGURIDAD HA ESTADO DESDE EL MINUTO 1 EN EL CORAZÓN DEL DISEÑO DE LAS REDES DE 5G. EL DESARROLLO DE TECNOLOGÍAS MÁS SEGURAS ES MUCHO MÁS FACTIBLE CON EL 5G
FEDERICO RUIZ
DIRECTOR DEL OBSERVATORIO NACIONAL 5G

Con el 5G, las posibilidades del internet de las cosas son enormes: se calcula que en 2025 habrá 25.000 millones de aparatos conectados, y gracias en gran parte a la inteligencia artificial (IA), estarán capacitados para compartir información y actuar eficientemente en función de esos datos. Pero en este desarrollo hay una curva potencialmente muy peligrosa, la ciberseguridad.

El entorno es más complicado, y los ataques pueden dirigirse a la propia conectividad, a la identificación de las máquinas, buscando crear caos, o a la solidez y confidencialidad de los datos que se transmiten entre ellas, ampliando las posibilidades del ciberespionaje industrial. Pero la buena noticia es que la tecnología en sí, el 5G, es más segura.

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De los estándares a las mejores prácticas

Partiendo de esa base sólida de la ciberseguridad en el 5G, ¿cómo ordenar el entorno más complejo para sacar todo el partido del IoT?  Ahora no solo se trata de la ciberseguridad en móviles y ordenadores, sino también en sensores, televisiones, vehículos, máquinas industriales… y hasta neveras. Se multiplican el número de actores implicados, de ámbitos muy diversos. Y el reto es gestionar y orquestar componentes del IoT tanto horizontalmente (aparatos, servicios y usuarios) como verticalmente (del hardware a la aplicación).

La importancia del criterio humano

Dada la importancia crítica de la ciberseguridad del IoT y la necesidad de monitorización constante, el uso de la Inteligencia Artificial es clave en esta fase. Sin embargo, desde Telefónica comentan cómo todavía el criterio humano tiene mucho que decir, al menos a corto y medio plazo. Uno de los motivos es que, con el drástico aumento de número de datos en la red, la cantidad de alertas automatizadas se va a disparar, y muchas de ellas pueden ser falsos positivos.

Patricia Díez, responsable global de Seguridad de Red, Plataformas IT y dispositivos de cliente en Telefónica, explica este problema con un par de ejemplos: una campaña especial de descuentos, como el Black Friday, o la puesta a la venta de las entradas de un gran concierto. En esas situaciones, las técnicas de machine learning podrían confundir el extraordinario aumento del tráfico legítimo hacia un servidor con un ataque de Denegación Distribuida de Servicio (conocidos como DDoS) y reaccionar para acabar con un ataque en realidad inexistente. Este es un claro ejemplo del mundo IT, pero extrapolable al internet de las cosas.

Queda, por tanto, camino por recorrer para que el IoT desarrolle toda su capacidad. Pero la autopista, el 5G, ya está lista, y se trabaja para que toda la información de alto valor añadido que es capaz de transmitir tenga los máximos estándares de seguridad.

Fuente: El País